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Edad Media

  • Foto del escritor: Docére
    Docére
  • 4 mar
  • 4 Min. de lectura

La Edad Media fue un periodo de la historia europea que abarca aproximadamente desde el siglo V hasta el siglo XV. Esta era comenzó con la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d.C. y terminó con el Renacimiento, lo que marcó el inicio de la Edad Moderna. Se divide comúnmente en tres períodos: Alta Edad Media (siglos V-X), Plena Edad Media (siglos XI-XIII) y Baja Edad Media (siglos XIV-XV). Durante este tiempo, Europa fue escenario de grandes transformaciones sociales, políticas y económicas, con el feudalismo y la influencia de la Iglesia Católica como elementos centrales.

Los Francos y los Carolingios

Los francos fueron una de las principales tribus germánicas que se establecieron en lo que hoy es Francia y parte de Alemania. En el siglo VIII, la dinastía carolingia, liderada por Carlos Martel, alcanzó gran poder. Su hijo, Pepino el Breve, fue el primero en ser coronado rey de los francos por el Papa en el 751. Sin embargo, el más famoso de los carolingios fue Carlomagno.

Carlomagno

Carlomagno (747-814) fue rey de los francos y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue coronado emperador por el Papa León III en el año 800, lo que simbolizó el resurgir de la idea del Imperio Romano en Occidente. Bajo su gobierno, expandió enormemente el territorio, uniendo gran parte de Europa occidental, y promovió una era de renacimiento carolingio, donde se impulsó la cultura, el arte, la educación y las reformas religiosas.

Sacro Imperio Romano Germánico

El Sacro Imperio Romano Germánico fue una entidad política que surgió a partir del legado de Carlomagno. Aunque el título de emperador estaba asociado al poder de los reyes francos, el Sacro Imperio, en su forma más completa, se estableció en el siglo X bajo Otón I, emperador del Sacro Imperio. El imperio fue una estructura política compleja que abarcaba territorios de lo que hoy son Alemania, Austria, Suiza, los Países Bajos y el norte de Italia, y duró hasta 1806. Su característica principal era la mezcla de poder temporal (terrenal) y espiritual (relacionado con la Iglesia).

Organización Feudal

El feudalismo fue un sistema social, político y económico que dominó Europa durante la Edad Media, especialmente entre los siglos IX y XV. Este sistema se basaba en la relación entre los señores (nobles) y los vasallos (siervos), donde los señores otorgaban tierras a los vasallos a cambio de servicios, especialmente militares. En el nivel más bajo estaban los siervos, quienes trabajaban la tierra y estaban sujetos a las leyes de los señores. Esta estructura jerárquica fue fundamental para la organización medieval.

Conflicto de las Investiduras

El conflicto de las investiduras fue una lucha de poder entre los papas y los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico en el siglo XI y XII. El conflicto surgió por la cuestión de quién tenía la autoridad para nombrar (investir) a los obispos y otros altos cargos eclesiásticos: el papa o el emperador. El Tratado de Worms en 1122 resolvió parcialmente este conflicto, estableciendo que los obispos serían nombrados por el papa, pero el emperador tenía derecho a concederles tierras y poder temporal.

Influencia de la Iglesia

Durante la Edad Media, la Iglesia Católica fue una institución extremadamente poderosa, tanto en el ámbito espiritual como temporal. Los papas tenían gran influencia sobre los reyes y emperadores, y el clero poseía tierras y riquezas. La excomunión y la interdicción eran herramientas políticas utilizadas por la Iglesia para ejercer poder sobre los monarcas.

Monacato y Órdenes Mendicantes

El monacato se refiere a la vida monástica practicada en los monasterios, donde los monjes seguían una vida de oración, trabajo y estudio, retirados del mundo exterior. Los monjes benedictinos fueron algunos de los más conocidos en este período.

Las órdenes mendicantes surgieron en el siglo XIII como una forma de monacato más centrada en la predicación y la pobreza. Las dos principales órdenes mendicantes fueron los franciscanos, fundados por San Francisco de Asís, y los dominicos, fundados por San Domingo de Guzmán. Estas órdenes se dedicaron a predicar entre la gente común y desempeñaron un papel clave en la lucha contra la herejía.

Inquisición

La Inquisición fue un tribunal eclesiástico creado para identificar y suprimir la herejía. Durante la Edad Media, la Iglesia utilizó la Inquisición para perseguir a aquellos que se consideraban herejes, como los cataros y los albigenses. La Inquisición española, que comenzó a finales del siglo XV, fue especialmente brutal y se dedicó a la persecución de judíos, musulmanes y protestantes en España.

Expansión Árabe y Mahoma

En el siglo VII, el profeta Mahoma fundó el Islam en la península arábiga. Tras su muerte, el Islam se expandió rápidamente, y en unas pocas décadas, los ejércitos musulmanes conquistaron gran parte del Medio Oriente, Norte de África y la Península Ibérica. La expansión árabe fue tanto militar como cultural, con los musulmanes estableciendo importantes centros de aprendizaje y comercio en ciudades como Bagdad, Córdoba y El Cairo.

Las Cruzadas

Las Cruzadas fueron una serie de expediciones militares impulsadas por la Iglesia en el siglo XI y XII, cuyo objetivo principal era recuperar Jerusalén de los musulmanes. Aunque comenzaron como un intento de recuperar los lugares sagrados, las Cruzadas también tuvieron motivaciones políticas, económicas y sociales. La Primera Cruzada (1096-1099) resultó en la conquista de Jerusalén, pero las cruzadas posteriores no lograron sus objetivos y resultaron en un gran número de muertes y destrucción.

Caída de Constantinopla

La Caída de Constantinopla ocurrió en 1453, cuando el Imperio Bizantino, con su capital en Constantinopla (actual Estambul), fue derrotado por el Imperio Otomano. Esto marcó el fin del Imperio Bizantino y un hito importante en la historia medieval. La caída de la ciudad tuvo consecuencias profundas, como el cierre de las rutas comerciales hacia el Este, lo que impulsó a los europeos a buscar nuevas rutas hacia Asia y a explorar el océano Atlántico, lo que contribuiría a la Edad de los Descubrimientos.


Referencias

  • Gibbon, E. (1994). The history of the decline and fall of the Roman Empire (Vol. 1). Dover Publications.

  • Davies, N. (2000). Europe: A history. Oxford University Press.

  • Lacey, R. (2009). The Kingdom: Arabia and the House of Sa'ud. Viking.

  • Duggan, A. (2004). The Rise and Fall of the Carolingian Empire. Palgrave Macmillan.

  • Cline, E. H. (2012). 1177 B.C.: The Year Civilization Collapsed. Princeton University Press.

 
 
 

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