¿Qué es la historia?
- Docére
- hace 4 días
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Uno de los principales retos que enfrenta la ciencia histórica radica en su falta de un lenguaje técnico exclusivo, similar al que poseen disciplinas como la matemática, la física o la química. Esto permite que cualquier persona, sin una preparación adecuada, pueda hablar sobre historia sin comprender a fondo su naturaleza, alcances o limitaciones. Este fenómeno ha dado lugar a la idea errónea de que la historia se reduce a un ejercicio de memorización de hechos pasados, a la rememoración de acontecimientos "destacados", o incluso a la mera recopilación de datos y fechas.
Es crucial señalar que el término "historia" posee dos acepciones distintas. En primer lugar, se refiere a la disciplina que estudia los eventos del pasado; en segundo lugar, hace alusión a esos mismos eventos, es decir, a los hechos que han formado parte de la historia. Esta distinción es particularmente evidente en idiomas como el inglés, donde la disciplina se denomina History, mientras que los acontecimientos son referidos como stories.
A diferencia de otras ciencias, el objeto de la historia no es la mera recreación del pasado, sino más bien su comprensión profunda. La memoria humana no se limita a registrar, sino que también interpreta y construye narrativas. La historiografía, o la historia escrita, es el resultado de las interpretaciones de los historiadores, quienes, gracias a su formación especializada, ofrecen una visión de los acontecimientos que, si bien se basa en fuentes objetivas, está condicionada por sus propios marcos conceptuales y objetivos. Por tanto, es imposible hablar de una historia totalmente objetiva o "verdadera". La historia, en este sentido, es siempre subjetiva, variando en función del historiador, del contexto en que se produce y del propósito de la narración.
Una forma de historia ampliamente conocida es la historia "oficial", aquella que se transmite a través de los programas y planes educativos desarrollados por las autoridades gubernamentales para los distintos niveles de enseñanza. Esta versión de la historia tiene como objetivo legitimizar una visión particular de los eventos históricos, elevando ciertos acontecimientos o personajes y relegando a otros que, a juicio de quienes dictan estas narrativas, son menos relevantes.
El Historiador
Los historiadores son profesionales capacitados para investigar el pasado mediante el análisis de una amplia variedad de fuentes. Utilizando enfoques sistemáticos y científicos, los historiadores buscan identificar y contextualizar los indicios que permiten comprender los sucesos de épocas pasadas. Su labor se desarrolla principalmente dentro de las ciencias sociales, en un proceso de constante reflexión crítica y metodológica.
El trabajo del historiador se basa en un enfoque interdisciplinario, utilizando fuentes de información diversas, como los escritos, los vestigios arqueológicos, los restos humanos, las fuentes iconográficas y los testimonios orales. Estos recursos permiten construir una visión comprensiva del pasado, enriquecida con interpretaciones que se nutren de otras áreas del conocimiento.
Además de sus propias herramientas de investigación, el historiador se apoya en especialistas de otras disciplinas científicas, cuyo aporte es esencial para contextualizar y ampliar el espectro de la investigación histórica. Entre las ciencias que colaboran con la historia, se incluyen la geografía, la arqueología, la antropología, la lingüística, la etnología, la filosofía y la literatura, entre otras. Cada una de estas disciplinas aporta enfoques específicos que, al entrelazarse, permiten comprender mejor los complejos fenómenos del pasado. Por ejemplo, la arqueología puede proporcionar evidencia material sobre civilizaciones desaparecidas, mientras que la antropología puede arrojar luz sobre las estructuras sociales y las costumbres de las culturas estudiadas.
Los historiadores, por lo tanto, no sólo tienen la tarea de interpretar el pasado, sino también de transmitir su conocimiento a través de diversos medios, como libros, artículos académicos, y plataformas digitales e informáticas, contribuyendo de esta manera a la divulgación del saber histórico a una audiencia más amplia.
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